sábado, julio 13, 2013

Las creencias del consumismo

Esta mañana ojeando el periódico "Tiempo Argentino" me he sorprendido al encontrar esta curiosa publicidad:
"La importancia de dar gracias"...  Si las cosas no están saliendo como esperás, hay algo que podés hacer para modificarlo: agradecer todo lo bueno que tiene tu vida..." y continúa hablando sobre el agradecimiento de una manera que comparto plenamente.
Pero hacia el final dice la publicidad: "Para incorporarlo como hábito, ponemos a tu disposición el talisman "Piedra de agradecimiento".
Un "talisman" es un objeto,figura o imagen al que se atribuye alguna virtud o poder sobrenatural o mágico que tiene algún tipo de beneficio para quien lo posee.
La palabra Talismán, deriva de Telsam o Telesm, del griego, cuya traducción puede ser: “operación mágica”.  Su finalidad sería proteger a la persona que lo lleva, dispersando o anulando todas las posibles influencias negativas que puedan afectarla, directa o indirectamente, ya sea desviando la mala suerte o incluso lo que proviene de voluntades negativas que atentan contra la seguridad y bienestar del individuo.
Quienes creen dicen que existe una fuerza talismánica, un poder protector, un generador de felices circunstancias, un controlador que dispersa y neutraliza todos los magnetismos negativos provenientes del exterior y sobre los cuales solo el TALISMÁN es eficaz.
Desde la antigüedad los talismanes más comunes consistían en anillos con inscripciones simbólicas construidos con metal o aleación, grabados y cincelados según ciertos ritualismos, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos.
Existen anillos talismánicos en la antigua Grecia, Egipto, Babilonia, India, China, Tibet.
Lo sorprendente, al menos para mí, es que algo que es absolutamente gratuito, como el "agradecer" esté asociado a la venta de una piedra, como talismán.
Estoy convencido que si sabemos agradecer, pedir perdón, permiso, sabremos superar, como dice el texto de la publicidad, muchas dificultades en la vida porque quiere decir que "registramos la presencia del otro", quiere decir que practicamos aquello que nos diferencia como humanos de otras especies, que por un acto libre y voluntario podemos orientar nuestras acciones por estos valores eternos y significativos para nuestra vida.
Lo que sí me parece criticable es mercantilizar estos valores a través de objetos considerados mágicos o sobrenaturales.  Al menos los que seguimos a Jesús de Nazareth, como dice San Pablo, somos libres de esas ataduras y creencias que confunden a los sencillos de corazón y comparto esta reflexión para que quien la lea se libere de estas creencias mágicas que nada tienen que ver con la vida que nos propone el Dios verdadero, que nos hace libres y responsables para la Felicidad.

Lic. Prof. Ernesto Gabriel Cela - ernestocela@gmail.com

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