Las declaraciones discriminatorias y estigmatízates de la Ministra del
PRO, Soledad Acuña, requieren una respuesta de quienes convivimos con
los jóvenes más pobres.
Alguno de nosotros no sólo militamos y somos educadores en estos Barrios o villas, sino que también convivimos en alguna etapa de nuestra vida en villas, como en Villa Itatí de Quilmes y Villa Matadero en Bernal y puedo atestiguar que en esos pasillos he visto y experimentado solidaridades como no se dan en otros lugares.
Mamás que salen al encuentro de los hijos de otras madres y los sientan en sus mesas para alimentarlos, mujeres que se organizan para defender a sus vecinas de casos de violencia, madres y jóvenes que se exponen ante la violencia de unos pocos (que han sido violentados con anterioridad) para rescatar algún pibe de la esquina, amigos y amigas que aconsejan, abrazan, besan y dan calor a otres que necesitan.
Los pasillos no son peligrosos, los pasillos son el clamor de una justicia social oculta por la cual los militantes educadores estamos dispuestos a compartir nuestras vidas.
Los pibes no son peligrosos. Ellos están en peligro por un sistema de exclusión económico y financiera del que Soledad Acuña es parte y constructora.
Son más peligrosos los pasillos oscuros, mohosos y coruuptos por donde transita la Ministra de educación de CABA y en los que se elucubran robos y persecuciones políticas.
En cada pibe/ba encontramos la esperanza de un proyecto de vida y de felicidad, por el que seguiremos con el peronismo haciendo Justicia Social y Justicia Educativa.
Ernesto Gabriel Cela
Director EES 52
Agrupación Granate SUTEBA y Paulo Freire Nacional y en La Vilte
ernestocela@gmail.com
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