Nuestro modo de vivir la vida humana está impregnada por las circunstancias concretas históricas de la vida nos ha brindado, la gran mayoría de ellas no elegidas por nosotros y que muchas veces no hemos podido cambiar. En esa historia construimos la mirada histórica en la interacción con el medio que nos rodea en lo económico, social y político.
El Peronismo significó en la conciencia del pueblo trabajador una conquista de derechos que eran largamente reclamados y que sólo Perón puso en marcha en su primer gobierno. No se puede desconocer la historia de estos reclamos expresados desde el Grito de Alcorta, pasando por la palabra de Alfredo Palacios y que enfrentaban sistemáticamente a los grupos de poder económico político que más influyeron en la constitución del Estado Argentino.
Ese Estado que hasta la irrupción del Peronismo siempre estuvo al servicio de esos intereses hegemónicos pero que él logró poner al servicio de los más humildes. ¿Qué propuesta hace el Peronismo a ese pueblo en lo que refiere al modo de vivir, de desarrollarse plenamente? Pone el centro en la dignidad del trabajo, en los valores de la familia, de un crecimiento cultural y económico que incluya a todos y ayude a superar las heridas propias de la pobreza.
¿Queda esto claro en el debate discursivo? Creo que es ese el principal problema... la comunicación.
Ejemplo: Cuando se habla de Asignación Universal por Hijo desde el peronismo proponemos que es el reconocimiento de un derecho inalienable y que es imprescendible en ciernos niveles de pobreza para tener alguna oportunidad de desarrollo. La derecha, Macri, lo presenta como dádiva, como un acto más de clientelismo político.
Es en este análisis donde se debe plantear el debate. Aquí radica el problema de un análisis crítico de una realidad. Porque es un derecho el modo de aplicarlo no puede ser clientelar y hacer eje en la comunicación de esto es prioritario para la construcción de poder político.
Si la mayoría de la población no comprende que ésta es la disputa, la de los dos modelos de desarrollo político social y económico estamos en problemas para desinstalar la hegemonía discursiva impuesta por el poder económico que al derecho lo llama cllientelismo, que a la pobreza la llama vagancia y que al hambre lo llama desidia.
Hablar de propuesta política implica hablar de los modos de relación que proponemos entre los seres humanos. La política en la que yo creo es dar el paso hacia el necesitado pero no con un juicio sino con una mano misericordiosa tendida hacia él para ayudarlo a salir, para enseñar a caminar, para que también él desarrolle esta misma actitud de compasión, misericordia y servicio. Y en este caminar, en este crecer, debe ser él mismo protagonista, con sus ritmos, con sus fuerzas y con la libertad suficiente y necesaria que asegure su dignidad.
Lic. Prof. Ernesto Gabriel Cela - ernestocela@gmail.com
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