miércoles, diciembre 03, 2014

Los límites de la Propiedad Privada


Cuando escucho hablar a algunos economistas sobre lo que consideran "la excesiva carga impositiva sobre los medios de producción" o a los miembros de la Sociedad Rural Argentina que critican la política agropecuaria llevada adelante en estos últimos años, después claro de haber aplicado en sus campos una generalización del monocultivo, "sojización" como se dice vulgarmente, recuerdo la condena total y la advertencia clara sobre las consecuencias que estas posturas de la Iglesia Católica a estas posturas desde la década de los '60.

Comparto una pequeña selección de textos de la Populorum Progressio, Encíclica de la Iglesia Católica escrita el 26 de Marzo de 1967, y que retoma palabras del Concilio en 1965.

"Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella contiene, para uso de todos los hombres y de todos los pueblos, de modo que los bienes creados, en forma equitativa, deben alcanzar a todos bajo la dirección de la justicia acompañada por la caridad"    Y agrega la PP: "Y todos los demás derechos, cualesquiera sean, aun comprendidos en ellos los de propiedad y libre comercio, a ello están subordinados: no deben estorbar, antes al contrario, deben facilitar su realización y es un deber social grave y urgente hacerlos volver a su finalidad primaria."

"Con las nuevas condiciones creadas a la sociedad, en mala hora se ha estructurado un sistema en el que el provecho se consideraba como el motor esencial del progreso económico, la concurrencia como ley suprema en la economía, la propiedad privada de los medios de producción como un derecho absoluto, sin límites y obligaciones sociales que le correspondieran. Este liberalismo sin freno conducía a la dictadura, denunciada justamente por Pío XI como generadora del imperialismo internacional del dinero. Nunca se condenarán bastante semejantes abusos, recordando una vez más solemnemente que la economía se halla al servicio del hombre".

Es clara la denuncia contra quienes evaden impuestos, contra los que defienden la propiedad de la tierra como propiedad privada absoluta, que la usufructúan con el sólo objeto de obtener ganancias a cualquier precio, sin el cuidado del medio ambiente...

Estas conductas no solo están fuera de la ley, normativa del Estado Argentino, sino también en contra de la doctrina cristiana.  Aún nos falta a muchos católicos vivir esta doctrina que tiene casi ya 50 años.




Lic. Prof. Ernesto Gabriel Cela - ernestocela@gmail.com

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