
Como sostiene el comunicado de Memoria Abierta, "La interrupción de un período de gobierno elegido democráticamente, vulnerando la legitimidad institucional establecida, es un golpe de Estado hoy y siempre."
Con profunda tristeza leía el comunicado de la Conferencia de Obispos de Honduras en el que, basándose en 'documentos' emanados de autoridades viciadas en sí mismas por haber apoyado el golpe de Estado justifican lo injustificable desde lo institucional y legal.
El principio de "soberanía popular" hay que respetarlo en democracia, de lo contrario estamos en una democracia burguesa, que sólo apoyamos cuando conviene a nuestros intereses, y en esto es en lo que se equivocan gravemente estos jerarcas.
"A la luz de la historia latinoamericana de los últimos cincuenta años, ha quedado demostrado que ninguna solución es posible atentando contra la voluntad popular expresada a través de elecciones libres y democráticas", sostiene el comunicado de Memoria Abierta.
Expresamos nuestra profunda preocupación y el repudio por la interrupción del mandato del presidente Manuel Zelaya, la censura a los medios de comunicación, las restricciones impuestas a las libertades individuales del pueblo hondureño y la represión brutal a los ciudadanos que se manifiestan en contra del golpe de Estado.
Reclamamos la pronta restitución del gobierno legítimo por parte de quienes han usurpado sus funciones y desoyen aún los contundentes llamados internacionales de gobiernos y organizaciones internacionales para la restauración de la verdadera democracia, la que respeta el orden institucional y legal.
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